Como todos saben mi abuelo materno(q.e.p.d) fue criado por los lobos.
Así es, desconocemos como es que llegó a esa manada de lobos, los cuales habitaban los bosques del norte de Portugal (yo no se si haya bosques en el norte de Portugal, pero este es MI PUTO POST, y en mi post, hay bosques en el norte de Portugal!).
"Imagen de mi abuelo y su manada,
no hay fotos porque pues los lobos no tienen cámaras"
En esa manada mi abuelo era conocido como Wolfman Bareinaz ("Bareinaz" era el nombre de la manada), con ellos aprendió a cazar y brincar entre las ramas de los árboles, así como a morderle las patas a los niños que se portan mal.
Desarrolló también un sentido del oído y del olfato no comunes en un humano, no así huesos indestructibles, pues ya de grande tuvo broncas con la osteoporosis.
Un día, sintió el llamado del corazón, y así fue como decidió dejar a su manada e irse nadando hasta México, junto con su amigo Fidencio, que era un lobo bien a toda madre. Nadó y nadó durante 15 meses hasta que llegó al puerto de Veracruz, donde aprendió a decir groserías y cambio su apellido por el de Barenas.
"Mi abuelo y su amigo Fidencio
al llegar a Veracruz"
Ahí en Veracruz se robó una carreta gracias a sus habilidades de lobo ninja adolescente, igual que cuando mató a nueve narcos y dos policias judiciales solo con sus colmillos y unos chacos, pero eso lo contaré otro día.
Con la carreta llegó hasta esta mugre de Distrito Federal, como sabía decir groserías se adapto de inmediato; y ahí conoció a una pollita que le decían la Caperuza. La Caperuza le enseño a caminar erguido y a hablar español e inglés, también lo bañó y le puso zapatos.
Un día mi abuelo se aburrió de la Caperuza y se ligó a Rosita, la mejor amiga de la Caperuza, la cual es mi abuela, se casaron, tuvieron hijos y esos hijos unos hijos bien chingones(en los cuales todavía corre la sangre de los lobos portugueses) y fueron felices para siempre.
El día de hoy todavía conservamos la carreta que mi abuelo se robó para llegar a esta mugre de ciudad, así como también conservamos los ojos grandes y tristes de los portugueses.
"Carreta de mi abuelo con la que llegó al D.F.
y que ahora usamos como macetero"En otra ocasión contaré la historia de como el tatara tatara abuelo de mi abuelo paterno nació durante el primer concierto de Rock de la historia, y gracias a un conjuro de un guitarrista y un baterista, ahora la musica corre por las venas de toda mi familia paterna.