Hola:
Sabes, ya aprendí a vivir sin ti, y del horrible miedo que me daba el hecho de pensar que tal vez nunca volvería a encontrar al alguien como tú; ya solo recuerdo sentirlo.
Me gustaría decirte que dirigirte la palabra aunque solo sea para saludarte ya no me llena la cabeza de pensamientos ni recuerdos, porque el hecho de que en algún momento de mi vida fuiste lo que más quería, y siendo sincero y un poco mundano, lo que mas me gustaba, también se ha ido, y con ello la terrible angustia y desesperación que me causaba no estar contigo; porque habrás de saber que se siente muy feo pensar que has dejado ir a la única persona perfecta del planeta, es más ya no me gustas ni un poquito.
Y me da mucho gusto presumirte que no se cómo ni cuando exactamente, pero por fin llegó el día en que te convertiste en un simple recuerdo de mi vida, porque nunca lo supiste pero desde el momento en que decidiste que tu y yo ya no estábamos bien juntos, anehelé ese día como no tienes una maldita idea, es más, voy a tratar de recordar cuando fue para marcarlo en un calendario.
Quisiera contarte que el hecho de verte de la mano con alguien más ya no me entristece, y que por fin me resigné a perderte. Y ya dejé de sentir la impotencia que sentía al ver que todo lo que construimos juntos se cayera a pedazos y no poder hacer nada al respecto, y pues por ser asunto de dos, solos no podíamos resolverlo.
¿Sabes? ya puesdo escuchar todas las canciones que me recordaban a ti sin que toquen ninguno de mis nervios, es más, ya me gustan tanto como antes de conocerte.
Al fin he recuperado la capacidad de ser felíz sin necesidad de que estes a mi lado, y ya se me había olvidado como distraerme en cosas tan simples y estúpidas, porque como espero te haya pasado a ti, no podía ligar mas de tres ideas sin que estuvieras en una de ellas.
Pero lo que más me hace felíz es que he recuperado lo que más quiero en este mundo, a mi. Y más importante aún, estando lejos de tí me di cuenta de que la única persona por la cual debí sentirme amenazado ó preocupado era de mi y mi enorme incapacidad de ser felíz que tantas veces te compartí.
Espero que tu sigas tan bien como el día en que decidiste partir.
Saludos.
noviembre 20, 2007
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