agosto 05, 2009

quench my thirst with gasoline

Hoy me subí al metro, en efecto no tiene nada de especial, pero lo que verán a continuación es para soltar la lágrima.

Por fin la civilización capitalina de este país, específicamente su gobierno, se ha preocupado por cierta parte de la población del Distrito Federal. El día de hoy que entré al vagón me dí cuenta de que habían puesto unas nuevas asas, de tal forma que todas aquellas personas que midan menos de 1.40 y que no alcanzaban a los tubos ni a madrazos brincando, ya no tendrán que procurarse por ello, adiós a los pinches zapatos de plataforma alta que tan incómodos llegan a ser.


"venga pinches enanines, atasquense que es mole de olla"

Lo mas jodido del asunto es que nadie las usa, ahora si, lo que me faltaba, muy pinches altos ¿no?, pinches mamones! El gobierno preocupándose para que los ojetes que se suben ni siquiera usen estos instrumentos, que tan útiles pueden ser; y ya saben no falto el hijodeputa que empezó a criticar: "pinche gobierno, si nomas lo pone para cobrar la publicidad, bola de ojetes solo piensan en hacer dinero para ellos".


"Y si, nadie los usa, y todos sabemos que la publicidad ni funciona"
Yo la verdad creo en la buena de nuestros gobernadores, pero ya ven, siempre es más fácil criticar, bueno ya los dejó que tengo que ir al monte de piedad a empeñar unos calzones que eran de Enrique VIII(sin ningún agujeros) y unas asas que me robé del metro.

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